Refugiados
Casi 700.000 refugiados rohingyas huyeron de Myanmar en busca de seguridad en Bangladesh en 2017.
Este año, un incendio masivo en marzo, seguido de una temporada de monzones particularmente húmeda, destruyó y arrasó refugios que provocaron más inundaciones y deslizamientos de tierra.
«Tenemos la responsabilidad de no permitir que esto se convierta en una crisis olvidada».
A medida que pasa el tiempo, las necesidades de cientos de miles de refugiados rohingyas viviendo en 34 campamentos siguen aumentando. En Acnur trabajan para brindar protección, alimentos, agua potable, refugio, atención médica, asesoramiento en casos de trauma y reunificación para las familias separadas.
Por ahora, la asistencia humanitaria sigue siendo su único salvavidas.